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Aunque los tratamientos con Botox y Juvederm no se consideran quirúrgicos (ya que sólo consisten en inyecciones), no deben utilizarse de forma ocasional. Estos tratamientos no son adecuados para todas las personas y sólo deben realizarse con la consulta y supervisión de profesionales médicos debidamente autorizados y con experiencia.
Las inyecciones de botox contienen toxina botulínica A, que es un tipo de neurotoxina. Se inyecta bajo la piel de la cara, lo que relaja y aquieta los músculos de esa zona de la cara. Como resultado, la piel se alisa y las arrugas próximas al lugar de la inyección se hacen menos visibles. Suelen ser necesarias varias inyecciones pequeñas para obtener los resultados deseados.
Este tratamiento ha demostrado ser eficaz para las líneas verticales del entrecejo, las arrugas alrededor de los ojos (patas de gallo), las arrugas de la frente y otras arrugas faciales. Un tratamiento típico con Botox dura entre 15 minutos y una hora. Debe tenerse en cuenta que, aunque el Botox está plenamente aprobado por la FDA desde hace muchos años, no suele recomendarse a personas de 65 años o más.
Al igual que el Botox, este tratamiento funciona inyectándose bajo la piel de la cara. Sin embargo, su funcionamiento es totalmente diferente. Juvederm es un gel voluminizador hecho de ácido hialurónico, que está diseñado para “rellenar” sus arrugas desde debajo de la piel. Juvederm viene en diferentes fórmulas, cada una para tratar diferentes partes de su cara – incluyendo los labios y el área de la boca, añadiendo volumen a los labios, la nariz y el área de la boca, y añadiendo volumen a las mejillas. La mayoría de las fórmulas Juvederm están etiquetados con un “XC”, para denotar que contienen lidocaína para reducir el dolor y las molestias.
Un tratamiento típico dura menos de una hora y suele requerir menos inyecciones que el Botox. A diferencia del Botox, Juvederm está recomendado para adultos sanos de todas las edades.
Los resultados del tratamiento con Botox suelen notarse en tres o cuatro días. Una ventaja del Botox es que el tratamiento puede “afinarse” más fácilmente que el Juvederm, pero los resultados sólo duran unos cuatro meses. Para mantener los resultados de eliminación de arrugas y otras imperfecciones, necesitará inyecciones de seguimiento después de este tiempo.
Los resultados del tratamiento con Juvederm suelen notarse casi de inmediato. Esto se debe a que es un gel físico que puede actuar de inmediato, a diferencia del fármaco del Botox, que tarda un tiempo en actuar. Además, los resultados de los tratamientos con Juvederm suelen durar entre uno y dos años. Las encuestas han informado de que más del 60% de los pacientes que reciben este tipo de tratamiento están satisfechos con los resultados obtenidos.
Tanto el Botox como el Juvederm están aprobados por la FDA y se han utilizado ampliamente. Como ya se ha mencionado, el Botox no suele recomendarse a los mayores de 65 años. En cualquier caso, hay que tener en cuenta el estado de salud y los antecedentes médicos específicos de cada persona. Por ejemplo, es posible que no pueda someterse a este tratamiento si padece determinados trastornos cutáneos o tiene manchas gruesas en la zona a tratar.
Juvederm suele ser más caro: un tratamiento típico suele costar unos 600 dólares. El Botox es algo menos caro, 500 $. Sin embargo, es importante recordar que un tratamiento con Juvederm puede durar de uno a dos años, y con Botox unos cuatro meses. Aunque la mayoría de los seguros médicos no cubren estos tratamientos, muchos de los proveedores de tratamientos ofrecen financiación para el coste.
Con el tiempo se ha demostrado que los tratamientos con Botox son generalmente seguros y los efectos secundarios más comunes son hematomas temporales e hinchazón en los puntos de inyección o cerca de ellos. Sin embargo, puede producirse un tipo de complicación poco frecuente si el principio activo del Botox se desplaza desde el lugar de la inyección a otra zona del cuerpo, lo que puede causar efectos secundarios tóxicos graves.
Los tratamientos con Juvederm también han demostrado ser seguros, y algunos efectos secundarios más frecuentes son dolor temporal, picor, hinchazón y protuberancias en los puntos de inyección o cerca de ellos. El mayor riesgo de efectos secundarios se produce si se utiliza algún tipo de Juvederm de imitación. Además, los efectos secundarios pueden variar entre los distintos tipos de fórmula.
Todo lo anterior parece indicar que la mejor opción para la mayoría de las personas mayores es Juvederm. Esto se debe principalmente a que el Botox: no está recomendado por el gobierno para mayores de 65 años, sólo dura unos cuatro meses y además es más caro. Además, el problema de la toxicidad del Botox es poco frecuente, pero puede ser muy grave.